¡Dime cómo duermes y te diré cómo estás!
A menudo se piensa que caer en los brazos de Morfeo implica una desconexión física completa, que se detiene al despertar. ¡No es verdad! Hay quienes se mueven en la cama, algunos incluso fuera de ella (sonambulismo).
Durante las horas en las que dormimos, nuestro cerebro procesa la información y las emociones del día que acaba de pasar.
La inconsciencia en la que nos encontramos durante el estado de reposo elimina las inhibiciones de la vida diaria y por ello nuestro cuerpo tiende, a través de las posiciones en las que se pone, para expresar sus sentimientos.