Colecho: ¿sí o no?
En el primeros meses de vida el niño asocia el apego físico a la madre con el sentimiento de seguridad frente a los peligros, como de hecho ocurre en el mundo animal.
La tendencia a salvaguardar su propia supervivencia mediante la implementación de estrategias de comportamiento es inherente a todo recién nacido, en primer lugar a la Sistema de apego conductual.
Este último se desarrolla en dos fases principales:
– Hasta los 6/7 meses, el niño expresa sus necesidades a través del llorar y se calma gracias a contacto físico;
– luego, en cambio, habiendo formado el recuerdo de la imagen de la madre, adquiere la capacidad de notar su ausencia.
Parece así ansiedad de separación hacia ella, sin embargo, ya no se enfrenta con lágrimas sino a través de una búsqueda consciente y activa para alcanzarla.